Cádiz, la ciudad soñada por los perros

HEMOS gastado mucha tinta en los últimos años denunciando el estado del foso del Pelícano, en Cádiz, (durante años, del Pelíkano), y la urgente necesidad de actuar en el mismo. Así que bienvenida sea esta primera fase en su recuperación parcial.

Queda por arreglar, y no es labor sencilla, todos los lienzos de la muralla y de poner en uso el habitáculo existente bajo las escaleras de accesos a los jardines, donde bien podría ir un café que refuerce la atracción a este espacio urbano.

Entendemos que en la operación que ahora va a poner en marcha el Ayuntamiento, se arreglarán los jardines más cercano al arco de la Puerta de Tierra, especialmente ese hueco escondido por el que se accede a la muralla, que no se limpia desde hace semanas. Y se arreglará el albero, se instalarán bancos y papeleras y se reforzará la iluminación. Así como se tomarán medidas para proteger todo este conjunto.

Y quedará también pendiente el desalojo del parque canino que hoy ocupa buena parte del jardín, pues los perros van más allá de la zona acotada y se han hecho dueños de todo el entorno.

Nadie de este ayuntamiento, ni de los anteriores, ha explicado cómo se dedica un extenso suelo a pie de un Monumento Nacional a parque para perros, cuando se tiene suelo suficiente, por ejemplo, en la zona de la estación. No es la única zona verde “canina” de la ciudad, como pasa con el parque arqueológico de Varela. Cádiz, la ciudad soñada por los perros.