La gaditana Aida R. Agraso tiene nueva novela: "No concibo la literatura sin implicarme"
Un crimen en la RAE en el que se ve implicada una brillantísima lingüística es el punto de partida de 'Será el llanto', una novela negra que cuestiona la excesiva importancia que la sociedad da a la apariencia, "y aún más a la de las mujeres"
La autora hablará de su obra este miércoles 21 de mayo a las 19.00 horas en la librería Plastilina
"Como dice El Brochi, el Cambalache es un bar de autor"

Cádiz/Existen infinidad de maneras, como infinidad de tipos de personas hay, de afrontar el acto literario. La de la gaditana Aida R. Agraso pasa, irremediablemente, por "las vísceras". Lo que siente, lo que le preocupa y lo que le importa está contenido en el papel aunque, en apariencia, su imaginación vuele lejos. Lo estuvo en sus relatos, lo estaba en su salto a la novela (la extraordinaria Media sangre) y lo está, cómo no, en este segundo largo, la novela negra Será el llanto. Porque Aida R. Agraso, escritora y periodista, podrá cambiar de formato o de género, pero hay cosas que son innegociables (también el estilo, como futbolera que es). Por eso no es de extrañar que hasta en un thriller se acabe abriendo en canal: "No concibo la literatura sin implicarme".
Y sí, se implica. Porque este misterioso asesinato que presenta en el seno de la prestigiosa, hermética y guardiana de las formas Real Academia de la Lengua, y en el que anda envuelta "una brillantisima lingüística" recién ingresada en la institución, le sirve a la escritora para reflexionar sobre "cómo esta sociedad tiene una tendencia tremenda a juzgar a la gente por su aspecto, y, aún más, como esas etiquetas se convierten en dobles en el caso de las mujeres", explica la autora que este miércoles 21 de mayo a las 19.00 horas estará en la librería Plastilina para hablar de su nueva novela.
De hecho, su preocupación por el fondo nació "mucho antes" de decidirse por la forma. "Yo no tenía planeado hacer una novela negra, simplemente escribo de las cosas que me apetece escribir y llevaba un tiempo dándole vueltas a esa inquietud hasta que un día, tomándome una cerveza con mi pareja y una amiga se me vino el punto de partida que me podría servir para contar lo que quería contar"
Algo así: "Una brillantísima lingüista, Gabriela, es invitada a formar parte de la RAE, un sitio limpio, aséptico, formal. ¿Qué mejor lugar para producir el choque? Porque el choque llega. Llega en la primera reunión en la que ella se cuela directamente después de dar sus clases en la Facultad, entra en vaqueros, con un moño recogido de cualquier manera y una camiseta. Un académico le reprochará su aspecto y ahí comienza una batalla diálectica importante. Una buena discusión, vaya. Se suspende la reunión que se fija para retomarla al día siguiente pero, antes de que comience, encuentran a ese académico muerto en su silla...".
La autora para. Que no es cuestión de llegar a la resolución de la historia en la que, sí adelanta, Gabriela pasará de investigada a imprescindible colaboradora del policía que lleva el caso, Matute, un personaje "rudo, con unas convicciones muy fuertes sobre quiénes son los buenos y los malos" y que también le servirá para bucear en muchos de sus intereses y desvelos. "Gabriela, por su parte, también es una mujer muy compleja, muy introvertida, que arrastra una serie de maletas importantes y la coloco en una situación en la que no le quedará más remedio que abrirse al mundo, sacar sus miedos y sus fantasmas, con lo que eso también me ofrece otras posibilidades muy interesantes", describe.
Hilos de los que tirar para desenrollar la trama, pero, a su vez, para tejer el particular análisis social de la autora, donde también cabe, como es habitual en su producción literaria, "un homenaje a mujeres que han dejado una huella importante". En este caso, K. nos remite, como no podía ser de otra manera, a la escritora Ana María Matute, "una señora de las letras como la copa de un pino y me apetecía mucho que estuviera ahí en medio disfrutando de todo este embrollo", descubre Agraso que, de hecho, se cuida de que "ninguna víctima ni ningún protagonista de Será el llanto", excepto K., ocupen sillones que en la realidad tengan nombres y apellidos. "Hay sillones en la Real Academia de la Lengua que nunca han sido ocupados por nadie, y esos he escogido, que nadie se me dé por aludido, por favor", ríe.
Porque, y ahí quizás presenta el principal reto formal para el lector, excluyendo a Gabriela y Matute, todos los demás personajes no tienen nombre, sino que son llamados por la letra de su sillón. "Al principio puede chocar, pero después, o al menos así me llega por parte de los lectores, te haces rápido el mapa mental", asevera la literata que también se ha puesto su propia tarea.
Así, si en Media sangre se preocupó por poner una especial atención en el lenguaje coloquial gaditano, en Será el llanto contribuye a hacer "un poquito de oído" con el lenguaje inclusivo. "Me he empeñado particularmente en que fuera así y en demostrar que no se tiene por qué recurrir a chicos y chicas, sino que hay palabras magníficas que son inclusivas e incluso con género femenino como la gente, la muchedumbre..."
Inclusión, feminismo, crítica social, trasfondo psicológico y misterio se maridan también con "su poquito de humor, ¿por qué no? Y es que Aida R. Agraso se ha divertido "mucho, muchísimo" escribiendo Será el llanto en ese, camino de legendario, asiento 37 del Media Distancia Cádiz-Sevilla que le regala cada día "tres horas" para la creación en lo que va de casa al Instituto Andaluz del Flamenco, donde trabaja. "Digo, ahí sigo teniendo mi despacho, oye, y cuando voy a comprar el billete y veo que me lo han quitado, hasta me cabreo", ríe.
Aida R. Agraso se ha divertido haciendo novela negra. Tanto que "voy a repetir" se compromete la autora que ya está metida en tres nuevos proyectos, uno de ellos, el próximo thriller. Pero en todos, a buen seguro en todos, estará "la marca de la casa". La implicación con su latido. "Quien siga mi trayectoria literaria puede conocerme perfectamente cómo soy. Porque ahí estoy yo, enterita, al desnudo", confiesa.
Las próximas presentaciones
Además de la cita de este 21 de mayo en la librería Plastilina -donde Agraso estará acompañada de la profesora Ana Bartual-, Será el llanto, editada por Extravertida, también estará en la Feria del Libro de San Fernando, de Chiclana, de Barbate y la Feria del Libro de Madrid, donde la autora estará el 7 de junio.
"Bueno, ya hemos pasado por Sevilla, en el Día del Libro, y por la Feria de Málaga. La verdad que este libro me está dando muchísimas alegrías. El feedback no puede ser mejor", celebra.
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