Cultura desautoriza el proyecto integral de Costas para rehabilitar la muralla portuense

La Comisión de Patrimonio Histórico únicamente da luz verde a una actuación urgente para consolidar los lienzos sobre la playa

El proyecto de la Demarcación de Costas fue aprobado en 2018

Una imagen de la muralla de Santa Catalina, a la que Costas destinará 1,2 millones de euros para evitar el riesgo de derrumbe.
Una imagen de la muralla de Santa Catalina, a la que Costas destinará 1,2 millones de euros para evitar el riesgo de derrumbe. / Julio González

El Puerto/La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico ha desautorizado la actuación integral planteada por la Demarcación de Costas Andalucía-Atlántico, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en las murallas de Santa Catalina, en El Puerto de Santa María. Únicamente se autoriza a acometer las obras de emergencia aprobadas por el gobierno central tras los últimos temporales, con un presupuesto de 1,2 millones de euros y que están próximas a iniciarse.

La noticia, si bien por un lado supone que los lienzos que se levantan sobre la playa de La Muralla serán consolidados mediante esta actuación urgente, ha caído como un jarro de agua fría entre quienes apostaban por una actuación más ambiciosa en el monumento, que no solamente evitara posibles desprendimientos sino que permitiese el cerramiento del conjunto en el que se integran también los restos del Fuerte de Santa Catalina, muy deteriorado y en peligro de desaparición.

Este es el aspecto que presentaba el Fuerte de Santa Catalina en 1808, antes de la invasión francesa.
Este es el aspecto que presentaba el Fuerte de Santa Catalina en 1808, antes de la invasión francesa.

Los trámites para acometer la rehabilitación de las murallas portuenses se remontan al año 2010, pero no fue hasta 2018 cuando la anterior Comisión Provincial de Patrimonio Histórico dio luz verde a un proyecto impulsado por la Demarcación de Costas mediante el que se proponía una audaz intervención en el monumento, que contemplaba la demolición de partes del actual conjunto y la construcción de pantallas de hormigón para unir los tramos antiguos de muralla con otros nuevos, lo que es verdad que hubiera cambiado por completo la estampa evocadora de esta fortaleza junto al mar.

No obstante, esa actuación tenía otro objetivo, que era el cerramiento del conjunto que forma la muralla con el Fuerte para impedir la avanzada erosión de los terrenos y permitir, en un futuro, la rehabilitación completa del conjunto.

Entre aquel informe aprobado en 2018, con una validez de un año según explican fuentes de la Delegación Territorial de Cultura, y la disponibilidad de presupuesto real llegada en el año 2023, el organismo provincial argumentó que no era posible prorrogar aquel permiso y se tramitó un nuevo informe, que en este caso ha sido desfavorable.

Los argumentos son que la actuación aprobada en aquel primer informe, que contemplaba entre otras cosas nuevos muros sin revestimiento en la parte delantera, con el acabado de hormigón visto para que se diferenciaran del original, supondría “un nivel de intervención ciertamente inusual, considerando la línea de tutela del patrimonio que se lleva manteniendo, basada en criterios de mínima intervención y reversibilidad que implican actuaciones más sutiles en los bienes de interés cultural”.

El informe considera que el estado de la muralla es una imagen “romántica”

El informe recoge que “actualmente prosigue el deterioro de este monumento, tanto por circunstancias ambientales como antrópicas, creando una imagen paisajística casi romántica sobre la decadencia de la arquitectura defensiva sometida a la fuerza de la naturaleza, en la que sobrecoge que se mantengan en pie algunos de los muros en un aparente equilibrio frágil. Uno de los valores más destacados parece devenir de la tensión entre la geometría imperfecta de las ruinas y el medio natural en que se insertan, que conforman una escena casi escultórica, aunque esta visión no puede mantenerse a costa de que prevalezca un riesgo sobre las personas o el propio bien de interés cultural”, reconociendo que “es necesario consolidar los lienzos”.

Los restos de la fortaleza están muy deteriorados por la erosión.
Los restos de la fortaleza están muy deteriorados por la erosión.

Entre otras cosas, la Comisión cuestiona la necesidad que planteaba la intervención de Costas de demoler amplias secciones de la muralla, utilizar hormigón en masa como relleno entre los lienzos o la restitución formal de la muralla mediante la construcción de secciones de muros de hormigón armado coloreado. Para la Comisión “la restitución formal de un bien inmueble es un recurso excepcional” y se considera que en este caso “no se detecta necesaria la introducción de nuevos muros para completar la muralla”, suponiendo “una intrusión que perjudica valores patrimoniales”. También se indica que “la restitución formal del monumento no está plenamente justificada, dado que eleva un recurso excepcional de la restauración arquitectónica a concepto de diseño global, observándose que esta fórmula tendrá una incidencia notable en los valores patrimoniales tutelados, al alterar artificiosamente la autenticidad del monumento”.

No obstante, la Comisión si daba luz verde en su informe a las actuaciones de consolidación sin la construcción de nuevos muros de hormigón. En este sentido, se considera que “sería posible ejecutar un proyecto similar en el que únicamente se consoliden los muros antiguos asegurándolos al relleno posterior, usando si es necesario los elementos proyectados como cables de acero y mejoras del terreno, e interponiendo las escolleras para evitar el lavado de la cimentación y puntualmente reintegrando algún elemento inestable”.

Entidades como Betilo, asociación para la defensa del patrimonio histórico que abanderó en 2021 la necesidad de actuar en las murallas y el Fuerte de Santa Catalina, consideran que si solo se actúa sobre los lienzos de muralla que quedan, para que no se desplomen, pero no se cierra el recinto, continuará la erosión y los desprendimientos en la plataforma del fuerte y no se podrá abordar su recuperación. “De esta manera se salva una imagen, pero no un BIC”, sentencian.

Desde la Delegación Territorial de Cultura, por su parte, entienden que esta primera actuación de emergencia servirá para consolidar la muralla y están abiertos a estudiar un nuevo proyecto para consolidar el resto del conjunto.

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