La escuela pública se queda sin alumnos; la concertada, no
En una década los centros de la provincia de titularidad estatal perdieron 20.000 alumnos, mientras que los privados del concierto ganaron 800

La época de solicitudes es un tiempo de ansiedad en decenas de colegios de la provincia. La amenaza del cierre planea sobre muchos de ellos que se sostienen con una sola línea por clase y con bajísimas ratios e incluso algunos juntando unidades, lo que en el argot llaman ‘las casas de la pradera’. En los últimos veinte años sólo en Cádiz capital se han perdido decenas de líneas y se han cerrado ocho colegios. En San Fernando cerrará otro el próximo curso, Los Esteros, y en Jerez se van a perder cinco líneas. En las zonas rurales la sangría es aún mayor y varios microcentros enfilan ya sus últimos cursos antes de echar el cerrojo.
Los datos oficiales de la Consejería de Educación son elocuentes. En 2015 había 220.974 alumnos matriculados en los 426 colegios públicos de la provincia. El pasado curso eran 200.469 en 416 colegios. 20.505 alumnos menos. Mientras, en los 99 colegios de la concertada, concentrados principalmente en las grandes poblaciones, se pasó en ese mismo periodo, a pesar de la caída demográfica, de 50.520 a 51.339. Es decir, 819 más. Si la educación fuera mercado, quedaría claro que la marca concertada se come a la pública. Pero la educación no es un mercado, a pesar de las campañas publicitarias que se multiplican durante el perido de solicitudes, donde los padres son tratados más como posibles clientes que como usuarios. Incluso entre los colegios públicos compiten entre ellos para quedarse con los niños de cada barrio.
En la provincia la oferta de educación concertada es de un 22% de las plazas, sensiblemente inferior a la media nacional, donde ronda el 30%, y muy lejos de las tres provincias vascas, que superan el 40%, alcanzado en Vizcaya el 49%.Sin embargo, el dato provincial es profundamente asimétrico, ya que en Cádiz ciudad la presencia de la concertada supera incluso los datos vascos, contando con el 57% de las plazas. Para el próximo curso se recibieron en Cádiz 485 solicitudes de matriculación para niños de tres años. Sólo 171 fueron para la eduación pública, y el resto, 314, fueron a parar a la concertada. Mientras, apenas hay colegios concertados -siete- en poblaciones de menos de 30.000 habitantes. Ahí destaca Alcalá de los Gazules, que con poco más de 5.000 habitantes tiene cuatro colegios y dos son concertados. En la mayor ciudad de la provincia, Jerez, se cumple la media, y oferta exactamente un 22% de plazas concertadas.
Por segmentos de alumnado, la concertada casi cumple su parte a la hora de acoger alumnos que necesitan un tratamiento individualizado. Es decir, si el 22% de los alumnos de la provincia estudian en un colegio concertado, éstos absorben un 19% de plazas para necesidades especiales, un 21% para altas capacidades y un 20,5% para dificultades de aprendizaje.
Pero no sucede lo mismo si hablamos de alumnos inmigrantes. En la provincia acuden a los colegios públicos 10.151 hijos de extranjeros, mientras que la concertada tiene matriculados sólo a 844, lo que supone sólo un 8%. Pero hay diferencias entre la procedencia. En el alumnado de procedencia africana los concertados sólo cuentan con un 3%. La explicación es que la mayor parte de estos niños son de procedencia marroquí y de religión musulmana y en Cádiz la inmensa mayoría de los colegios concertados son católicos. De los 99 concertados de la provincia 62 son puramente católicos, es decir, pertenecientes a órdenes religiosas, otros 38 no son propiedad de religiosos, pero son confesionales y sólo uno, el Argantonio de Cádiz, se define como laico. Estos colegios tienen obligación de ofrecer una alternativa a la clase de Religión, pero hay numerosas actividades extraacadémicas que giran en torno al hecho religioso, por lo que es normal que no sean los deseados por padres de otras confesiones. En el caso de los inmigrantes procedentes de América, principalmente Sudamérica, donde la mayor parte del alumnado es católico, tampoco se acerca al porcentaje global. Sólo un 12% de este alumnado se encuentra en las aulas concertadas. Por lo demás, los asiáticos suponen un 13% y los europeos un 7%.
En cuanto a resultados, las diferencia son sensibles. Si nos fijamos en el porcentaje de alumnos que pasan con todas las asignaturas aprobadas en Primero de ESO, el curso que marca en la pública el salto del colegio al instituto, encontramos con que en la pública promocionan ‘limpios’ el 63% de los alumnos, mientras que en la concertada lo hacen el 74,2%. Esta diferencia se agranda en el caso del alumnado masculino, donde la diferencia es de un 58% frente a un 71%.En ese curso de tránisto nos vamos a encontrar con un 11% de repetidoresen la pública y sólo un 6% en la concertada.
Las causas de estas diferencias son un eterno debate que van desde la calidad de la educación -los defensores de la concertada- o más benevolencia a la hora de evaluar -sus detractores-. El dato que sí está comprobado es el de los resultados de acceso a la Universidad. Un estudio del Observatorio del Sistema Universitario mostraba que a esta prueba llegaban con mejores notas de bachillerato los centros privados puros. Por ejemplo, un 27% de sus alumnos iba con más de un 9 de media en los dos últimos cursos de bachillerato. A continuación, los que venían de la concertada se presentaban con un 46% por encima del ocho. En los de la pública sólo un 36% alcanzaba esa nota. Sin embargo, durante el examen todo se nivelaba y los de la pública sacaban los mismos resultados que los de la concertada y la privada. ¿Problema? Al tener mejor nota de bachillerato los privados y concertados y ser la nota global un cociente de ambos resultados, los de la pública se encuentran en desventaja a la hora de escoger carrera.
Esto nos va a dar la explicación a un curioso dato. En la provincia de Cádiz, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación, en los colegios privados puros -no concertados- empezaron su trayectoria académica sólo 202 niños, pero al final del recorrido tenían matriculados a 1.155 alumnos. Es decir casi un millar de alumnos procedentes de la pública o la concertada que daban salto a la privada en busca de buenas notas. Un lujo sólo al alcance de los padres que se lo pueden permitir. No todos compiten con el mismo motor.
Notable mejora
No todo va mal en el mundo de la Educación. Incluso algunas cosas parece que van bastante mejor. En la comparativa temporal hay un dato muy significativo para la provincia. En 2015 en España la mitad de los alumnos que empezaban el bachillerato lo terminaban. Diez años después lo hacen el 56%. Son seis puntos de diferencia. Ese mismo dato en Andalucía nos habla de un 48% de éxito en el bachillerato en 2015. En esta década ha subido más de ocho puntos (un 56,2%, casi lo mismo que el dato nacional). Pues bien, en Cádiz se ha producido una auténtica revolución. Hace diez años estábamos a la cola nacional en este segmento. Sólo un 45% de los alumnos que arrancaban el bachillerato lo terminaban. En la actualidad es un 59%, catorce puntos más que hace una década y tres puntos por encima de la media nacional y la regional. En los institutos públicos la media es incluso superior a la privada (aquí ya no hay concertada) alcanzando un 61%, cuando hace diez años era un 41%. Esto supone una caída en picado del abandono escolar y una apuesta de las familias y los alumnos por la formación.
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