La nueva vida del 'Poldito': un barco centenario de Barbate renacerá como museo flotante
Almadraba Cabo Plata dona la embarcación para su conservación y uso cultural, turístico y educativo
Las almadrabas terminan la temporada y reclaman mayor cuota de atún para la próxima

Es un falucho de madera de 14 metros de eslora construido en 1927. Bien armado, pues el ‘Poldito’ ha estado en servicio casi un siglo: hasta la pasada temporada almadrabera. Los lustros acumulados le proporcionan una peculiaridad, la de mantener las formas tradicionales de los faluchos que navegaban con propulsión a vela.
En la década de los 20, sin embargo, este tipo de embarcación comenzó a incorporar (como es el caso) motores auxiliares de explosión –siendo su denominación exacta: “falucho de pesca a vela latina con motor auxiliar”–.
De entre todas las embarcaciones almadraberas que han sobrevivido a lo largo de las últimas décadas, el ‘Poldito’ era la única de esta tipología, además de ser la más antigua de la flota.
Tras su construcción, el 'Poldito’ se destinó a la almadraba de Sancti Petri, propiedad del armador del barco: José Ramón Curbera Fernández, famoso conservero gallego. Tras la venta de esta almadraba al Consorcio Nacional Almadrabero en 1929, el 'Poldito' pasó a esta compañía hasta el año 1977, siempre faenando en las almadrabas gaditanas. Tras la disolución del Consorcio, la embarcación pasó por distintas empresas, hasta su último propietario, Almadraba Cabo Plata.
Todos estos galones no le hubieran salvado, sin embargo, del que parecía su destino natural: el desguace, si no fuera por el interés que mostraron sus propietarios de seguir manteniéndolo como “ejemplo vivo de la memoria de los pueblos pesqueros de la costa de Cádiz”.
“Hemos tomado la decisión de no desguazar el ‘Poldito’ y donarlo para que siga vivo como símbolo de la cultura marinera, de la pesca tradicional y de la historia de nuestras costas. Creemos que es una responsabilidad colectiva conservar este tipo de patrimonio”, declaraba Pablo Crespo, consejero de Almadraba Cabo Plata.
UN NUEVO DESTINO COMO AULA FLOTANTE
“Aunque técnicamente lo que le tocaba al ‘Poldito’ era su desguace, desde un primer momento intentamos ceder la embarcación a los descendientes del armador original, pero no se pudo materializar –explica Crespo–. Esta embarcación representa la memoria de generaciones de marineros que han trabajado en la almadraba y fue una gran suerte que otros colectivos vinculados a la conservación del patrimonio marítimo mostraran su interés y compromiso por hacerse cargo del ‘Poldito’. Cedemos esta joya de la construcción naval tradicional con la esperanza de que siga contando su historia a las nuevas generaciones”.
En un primer momento, la embarcación pasa a manos de Nicolás Muñoz, portavoz de CUPAMAR -Cultura y Patrimonio Marítimo-, una entidad sin ánimo de lucro que tiene el propósito de garantizar su conservación y puesta en valor como bien patrimonial, y que será la encargada de trazar esta segunda vida del 'Poldito'.
El proyecto contempla su restauración integral respetando su configuración original y, una vez restaurado, “se convertirá en un aula flotante y museo itinerante, dedicado a la difusión de la cultura marinera y pesquera, la educación ambiental y la navegación tradicional”, explica Muñoz.
EN FUNCIONAMIENTO PARA SU CENTENARIO
“En este espacio vivo se desarrollarán salidas didácticas, talleres formativos y actividades culturales dirigidas tanto a escolares como a visitantes y profesionales del sector, fomentando el conocimiento del patrimonio marítimo desde una perspectiva participativa educativa”, continúa Nicolás Muñoz.
Además, la embarcación se integrará en proyectos de turismo sostenible y rutas patrimoniales en el litoral gaditano, contribuyendo al desarrollo local desde una mirada respetuosa con el entorno, la historia y las comunidades costeras.
Nicolás Muñoz cita también algunos ejemplos que podrían servir de guía, tal que el del ‘Reina del Carmen’, “un antiguo bonitero reconvertido en Barco Museo de la Pesca de Burela (Galicia); o las embarcaciones pesqueras ‘Gacela’ y ‘Estrella Polar’, ambas readaptadas a ejercer como museos flotantes, en este caso dependientes del Museo de la Pesca de Palamós”.
Estas embarcaciones permanecen la mayor parte del tiempo atracadas en puerto y son visitables como ejemplos etnográficos de la actividad pesquera y de cómo era la vida de los pescadores en ellas. “En segundo lugar –prosigue Muñoz–, podríamos citar ejemplos de embarcaciones que ejercen mayormente como buques-escuela de navegación tradicional a vela latina, como el caso del ‘Sant Ramón’, el ‘Rafael’, el ‘Sant Isidre’ o el ‘Balea’, todos ellos operando desde hace varios años en la costa mediterránea”.
Desde CUPAMAR esperan que a lo largo de este año se redacte el proyecto de restauración y puesta en valor del ‘Poldito’, para que pueda ejecutarse durante 2026. Así, en 2027, la embarcación podría realizar sus primeras navegaciones de prueba para poder ofrecer unas actividades abiertas al público –desde jornadas académicas a concursos, talleres, participación en fiestas tradicionales, cursos de navegación tradicional o diseño de rutas– a mediados de ese mismo año, coincidiendo con su centenario.