Antonio Morillo Crespo

El sombrero… los sombreros

La Corredera

24 de mayo 2025 - 03:05

En el artículo anterior y refiriéndome al refrán que se inventó Fernán Caballero, se me olvidó contar lo del sombrero adjudicado a la llamada ‘Pompa Vana’ de Vejer. Expresaba con ello que en este pueblo se conservaban costumbres y hábitos de gente “hidalga” sin serlo. Y es curioso. Resulta que en Cádiz, cuando alguien veía a un hombre con la cabeza cubierta con una mascota, solía decir de inmediato “allí va uno de Vejer”. Y es que el sombrero en forma de la dicha mascota era señal de distinción. No era lo mismo ir destocado que con ella. Cuentan incluso que para los entierros se debía ir con la preceptiva mascota. A este respecto narro una anécdota que me contaron de mi abuelo Juan. Mandó al chiquillo de su casa a la tienda de Maraver, que por lo visto estaba especializada en sombreros, con el encargo de que comprara uno. Al terminar el entierro, el abuelo volvió a mandar al chiquillo para que le dijera al tendero “que lo devuelve porque no le está bien” A lo que el diestro comerciante le contestó que “no, que no, que él lo ha visto en el entierro y que iba muy elegante con él”.

Bueno, el sombrero tiene más variantes que una sastrería completa. Montera de los toreros, que usa con estilo según para qué: saludar a la presidencia, enterrar en medio de la plaza como señal de brindar al público y no digamos cuando da la vuelta al ruedo, es una buena costumbre lanzarle toda clase de sombreros en señal de admiración.

Birrete, bonete , canoa y carpelo, según lo calce el seminarista, el teólogo, el párroco, un cardenal o el mismísimo Papa.

Boina, muy sencilla y popular que tenía su porqué, puesto que, teniendo un apéndice en su centro, era un insulto caparla, que era sencillamente arrancarle dicho apéndice. Ala ancha o de copa, sombreros de distinción, usado por quien tenía hidalguía suficiente o caudal agrícola extenso.

Sombreros humildes , como el de paja sencillamente para los gañanes, los trabajadores del campo de labores humildes, como segar, aventar, labrar, arar… Hay otros tipos como chistera, panalud o sencillamente gorra.

Pamela es un sombrero más distinguido, quizás más propio de señorita. Cabezal es la parte más alta del cuerpo donde se ubican las narices y las orejas. Tirolés es un sombrero de una determinada forma y estilo. Lo mismo que el llamado bombín, que aunque parece diminutivo es más bien por su carácter y hechura. La visera es más bien una antesala del ver, para colocarla ante la vista a fin de protegerse del sol o del viento. Por supuesto que no consigno el fantasioso sombrero brasileño que llevan las mujeres en sus fiestas, que más parece un muestrario de frutas o verduras.

P.D. En fin, nombres muy diversos de sombreros para tapar la cabeza, haya viento o lluvia o simplemente para tapar la calva incipiente o ya consolidada. Y si ustedes quieren saber cómo se dice en otros idiomas, pongo el más común que es el chapeau francés. Y para más listos o poliglotas, el hat alemán o el hut musulmán. Pero creo que no nos hace falta saber más, que con la variedad que tenemos nos sobra y nos basta.

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