Canalejas de Puerto Real, hijo predilecto de la Villa en el 120 aniversario de su nacimiento

Puerto Real/Los sonidos de la Banda de Música Pedro Álvarez Hidalgo, abrían el pasado sábado el homenaje al Juan Pérez Sánchez, Canalejas de Puerto Real. El cantaor, nacido en el callejón del Obispo de Puerto Real hace 120 años, fue uno de los máximos exponentes del flamenco de su generación. Sin embargo, hasta ahora no contaba con el reconocimiento oficial de la ciudad que, ahora sí, lo ha nombrado hijo predilecto a título póstumo.

El acto se celebró en la sede de la peña que lleva el nombre del cantaor desde hace ya casi medio siglo, la Peña Flamenca Canalejas de Puerto Real. Este reconocimiento se enmarcaba dentro de los actos del Día de la Villa. Ya el pasado viernes se entregó la medalla de la ciudad al Consorcio de Bomberos, y se nombró hija adoptiva de Puerto Real a Maruja Espí, fundadora de la heladería La Valenciana.

Quedaba pendiente el nombramiento a Canalejas, en un evento que se separó del resto para llevarlo a la sede de la peña, que acogió un acto en el que la alcaldesa volvía a dar lectura a la declaración institucional del Día de la Villa.

Tras ello, la concejala de Cultura, Nazaret Ramírez, repasó la historia del cantaor Canalejas, nacido en 1905, y que desde muy joven tuvo claro que lo suyo era el flamenco, aunque antes de convertirse en una figura se dedicó al marisqueo y trabajo en los Astilleros de Puerto Real. Por ello luchó, estudió e incluso viajo a Barcelona como polizón para probar suerte, cuando apenas tenía 19 años. De ahí viajó por toda la geografía española e incluso fuera de España. Canalejas fue una figura de los cafés cantantes y las óperas flamencas, además de participar en los primeros concursos de cante flamenco que se celebraban en España. Canalejas logró en 1963 la prestigiosa lámpara minera del concurso de La Unión, entre otros muchos premios

Canalejas, tras la Guerra Civil, se afincó en Jaén, donde se casó y formó una familia con tres hijos. Gran parte de ella acudía el pasado sábado para recibir el galardón. Fueron la hija de Canalejas, Pepita Pérez, y su nieto Fernando Pérez, quienes que recogieron la medalla de hijo predilecto de Puerto Real, de manos de la alcaldesa.

“Jamás imaginé este momento y mirad. He tenido el honor de ver a mi padre reconocido por el pueblo cuyo nombre añadió al suyo artístico: Canalejas de Puerto Real. Él siempre llevó en su mente al pueblo que lo vio nacer y hacerse un renombrado cantaor. A nosotros también nos enseñó a amarlo”, dijo Pepita Pérez tras dar las gracias al Ayuntamiento, a la Peña Flamenca y al pueblo de Puerto Real.

Y tras la foto de familia, no había mejor manera de hacer un homenaje a Canalejas de Puerto Real, que con flamenco. El primer cante fue improvisado, de una persona también muy querida en la Peña y por el pueblo de Puerto Real, Constanza Canalejas, sobrina del cantaor.

En el escenario de la Peña, cantaores, cantaoras y guitarristas de Puerto Real, miembros de la Peña Flamenca, se unieron para recordarle con el cante, con el espectáculo ‘120 años. Puerto Real con Canalejas’. Cantes intercalados con pinceladas de la historia y anécdotas del desaparecido artista, que fue contando el presidente de la Peña, Andrés Bernal. Un recorrido por su historia a través de los cantes de Rocío Fantoba, Tomás Candón ‘El Ratón’, Antonio Muñoz ‘El Polvorilla’, Luz Divina Chozas y Antonio Traverso ‘El Colorao’. Las guitarras de Javi Vadillo y Ángel Santana, acompañaron al toque.