
El Alambique
Pepe Mendoza
Días de radio
Puente de Ureña
No tenemos ni idea, de verdad, de cuanta gente dice haber leído El Quijote, sin tener idea del Quijote. La cultura actual es igual que los amigos en Facebook, todos saben que equismil amigos equivalen a la más absoluta soledad, cuando alguien necesita a alguno de aquellos. Pues la cultura es igual, una masa vacía de palabras y egos, plagada de las lagunas ignorantes. Así salen multitud de programas de televisión, en todas las cadenas públicas y tantas cosas más, gracias a que los políticos que no quieren ver problemas reales de cierto tamaño, vendieron la cultura como un "no va más", social, mientras se negaba toda realidad social que no fuese la que señalen ellos, ellas y elles.
Querido Miguel, cuantas veces me he reído a carcajadas con la primera parte de "el ingenioso hidalgo de la Mancha", ése endecasílabo genial, que era el título verdadero y no el que es tan junta letras como amusical, aunque ya nos hayamos acostumbrado. Hay quien dice que las mayores erratas se produjeron por tu displicencia al montar el original para los copistas, que incluso la dedicatoria impresa no fue la tuya, extraviada, sino un refrito apócrifo de Fernando de Herrera. Eso de haber inventado la novela moderna pesa más. Por novela moderna se entiende, frente a la tradicional, una nueva forma de relato en el que prima lo psicológico frente a la acción, de donde deriva un nuevo modo de construir al personaje y de organizar y presentar la historia y sus motivos así que das también forma nueva a otras categorías, como el narrador, el lector, los espacios y el tiempo.
España te reconoció tarde y mal perdiendo tus huesos en la huesa común, lo que demuestra que no le caes bien a casi nadie, porque este país tira a secano, a resentido estiramiento, a chivatos y políticos oportunistas.
Los que dicen haberte leído y, es más, comprendido, no reconocen que El Quijote carece de entramado novelesco y se puede resumir en pocas líneas. Todo el estilo rimbombante hallado en él es parodia de los Galaores, Amadises y otras escenas y, el único libro elogiado por ti fue el Tirant lo Blanc, en lengua valenciana, tan delicioso, como peculiar. Pero la genialidad, la tuya, te rodea de errores, la pérdida del asno y su inadecuada presencia y posterior y peor intento de arreglarlo, los nombres, cito algunos, de la mujer de Sancho: Teresa Panza, Teresa Cascajo, Juana Panza…o las novelas intercaladas en el libro que rompen la acción y no tienen nada que ver con el Quijote, como “El curioso impertinente”.
La gente además tiene que usar un diccionario añadido a la obra para entender que lo que dices significa comúnmente otra cosa muy distinta a la acepción actual. O con grafía incorrecta -ahora-, como inorme o inreparable.
Sin embargo lo que más me molesta es que quieran atacar tu carrera militar y por ende, la batalla de Lepanto, donde, enfermo de malaria, combatiste, como arcabucero en el esquife de popa, de la Marquesa, y donde, además, había un Ponce de León. Yo, que admiro y quiero a los militares, porque velan por la paz de todos, siempre, y porque, cuando fui militar, me enseñaron y afianzaron en todos los valores éticos y morales, me duele que discutan eso, pues, estimo, fue lo que te permitió luchar a lo largo de tu vida contra todos los contratiempos, azares y vicisitudes que en tu mundo fueron.
Por eso dudo que muchos entiendan o quieran comprender tu obra. Que los que dicen leerla no la digieran como fue y que, aún muerto, te alcancen los resentimientos populares en aquella edición y ahora, suscribo la leyenda spero lucem post tenebras, a pesar de Telecinco, de, de la Primera y casi todas las demás y de los que no leen nunca.
A lo peor, el retrato de retratos de España, es el de Fray Luis: Aquí la envidia y mentira me tuvieron encerrado. Dichoso el humilde estado del sabio que se retira de aqueste mundo malvado…Más aqueste que templad
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