
Con la venia
Fernando Santiago
Vamos a peor
La colmena
Una recomendación para desconectar estos días tórridos de calor (y de información): la serie televisiva El encargado. Imagino que llego tarde, que ya habrán visto las tres temporadas de la exitosa producción argentina que se ha convertido en toda una revelación internacional y están esperando la cuarta entrega para reencontrarnos con Eliseo.
Se ve que el ex ministro José Luis Ábalos también es fan del maquiavélico portero de Buenos Aires. En su tercera comparecencia ante el Tribunal Supremo por las denuncias de mordidas en la adjudicación de obras públicas, ha seguido al pie de la letra su lema oficial: negarlo todo, sin excepción, aunque te pillen in fraganti-. Da igual si es verdad; la clave para mantener el control y el poder es distorsionar la realidad en beneficio propio.
Eliseo se mueve entre lo cómico y lo dramático; en el caso de Ábalos, está por ver que su estrategia cuele ante el juez Leopoldo Puente en un caso Koldo que no deja de crecer. Hace un año era un “escándalo personal” circunscrito a quienes este lunes lo insultaron en plena calle como “corrupto y putero”; hace una semana, el presidente del Gobierno lo elevó a un “triángulo tóxico” asumiendo la aparición (y responsabilidad estelar) de Santos Cerdán y todavía no podremos descartar que las manzanas podridas hayan alcanzado a otras muchas a escala territorial tras la advertencia de la UCO de que tiene una “ingente cantidad de audios” aún por analizar.
¿El próximo capítulo? El lunes 30 con la declaración ante el TS de quien ha sido la mano derecha de Pedro Sánchez en Ferraz como secretario de organización; el mismo rol que su mentor José Luis Ábalos (¿o será al revés?) y con la misma confianza ciega del líder socialista. Nos situaremos, en todo caso, ante un nuevo momento de inflexión porque su versión influirá en que Koldo decida hablar y “tire de la manta”, como lleva meses amenazando, y en que Ábalos colabore de verdad con Anticorrupción buscando una posible rebaja de penas. A la espera del resto de informes, el magistrado ha dejado claro que hay “indicios sólidos” en su contra; a falta de saber si existe un “P. Sánchez” (como hubo un “M. Rajoy”), en el camino ya hay un relato que se ha desmoronado: el de la “cacería judicial” contra Pedro Sánchez. No lo salva ni Eliseo.
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